Inánime. Marta Ares. 2009

VOLVER A VER POR PRIMERA VEZ
por FLORENCIA BATTITI

Volver a ver por primera vez
La video-instalación que Marta Ares presenta en la Sala Prometeus del Centro Cultural Recoleta consta de tres capítulos que se ocupan de una misma idea: cómo encarar un cambio de subjetividad ante aquello que se nos presenta como algo “dado”, como lo “inánime”.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, lo inánime es aquello que no tiene alma, que está, precisamente, inanimado. Pero alto. No pensemos que Ares nos propone deambular por territorios y universos carentes de vida. La iconografía de este video-poema (como ella misma lo llama) abarca un arco que va desde las primeras huellas mnémicas hasta el último video clip que vimos anoche… Ese cambio al que Ares alude se inscribe en el territorio de la experiencia cotidiana; se trata de ese cosquilleo que nos lleva a poner en tela de juicio aquello que se nos presenta con la carga abrumadora del statu quo, de la inercia, de la comodidad, o simplemente, de la indiferencia.

La estrategia, entonces, se basa en la intuición. Para vencer la indolencia congénita a toda convención cultural, Ares apela a su “olfato visual”: asocia imágenes y palabras en busca de un sentido otro, de una desviación, una suerte de grieta o ruptura que nos conduzca hacia un espacio de significación inusitado.

Así, el primer capítulo titulado Binomios alterna rítmicamente imágenes, signos y palabras con el propósito de alterar la lógica y expandir los umbrales de nuestra conciencia. En este sentido, resulta sugestivo el modo en que las palabras de mayor evocación icónica imprimen diversas reverberaciones de significado en imágenes de apariencia insípida. Sutil e ingeniosamente musicalizado (y esto vale para los tres capítulos), el relato visual nos conduce por senderos inesperados:

serpiente / sombra

tajadas / cuchillos / gargantas / guaridas / escape / idea / deseo

agujero / mar

Si bien las imágenes denotan una cuidadosa selección, es el texto —tanto en ésta como en otras obras de Ares— el que opera como elemento fundamental en la producción de sentido. “Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo”, decía Ludwig Wittgenstein, y daba en el clavo cuando agregaba que dedicarse a la filosofía (y podríamos acotar, al arte) es, en realidad, abocarse hacia un trabajo sobre uno mismo, sobre el propio modo de ver las cosas.

A lo largo del contrapunto texto-imagen que propone Binomios, Ares inserta algunas claves o pistas para dialogar con aquel espectador que, como ella, abrigue el deseo de mantenerse alerta. Así, el nombre de John Berger proyectado sobre una pantalla de T.V. nos remite a su célebre Ways of seeing[1], libro en el que el crítico inglés advierte desde las primeras páginas: “Seeing comes before words”, revelando la manera en que nuestros modos de ver afectan nuestra forma de interpretar el mundo.

El segundo capítulo, Animal blanco[2], se estructura a partir de un relato de carácter narrativo. La historia comienza, tal como describe Ares, con un grupo de científicos que emprenden una investigación en el Polo Sur. Al perder el rumbo, deciden volver a la base. Durante el camino de regreso se topan con un enorme animal, desconocido por todas las culturas. A partir de aquí se despliega una historia de ribetes inquietantes, en la que abundan escenarios de pre-existencia, de pre-cultura, imaginados (e incluso, alucinados), concebidos a partir de una estética que transita por las fronteras entre lo natural y lo artificial.

A través de un texto pulido y de tono poético, el relato describe las vicisitudes de un animal atestado de insectos mancos. Pero lejos encausarse hacia escenarios plausibles, la historia devela una extraña y cuasi erótica relación entre el animal y las criaturas que habitan sobre su piel.

Asumiendo el rol del “científico” (y por ende, de aquel que detenta un lenguaje lógico-positivista) Ares parece decirnos que ante lo inédito, el abordaje debe realizarse desde la intuición, desde una posición que supere los límites de la inteligencia racional. En palabras de Elena Oliveras, “al operar fuera del lenguaje conceptual, la intuición da lugar a la metáfora”.[3] Y es, precisamente, en ese territorio pre-lógico —en el cual Bergson afirmaba que “las ideas están todavía rodeadas por una franja de imágenes”[4]— que Ares articula toda su narrativa.

El tercer y último capítulo, Lo que es, reflexiona sobre el modo en que el pasado permanece activo en el presente a través de huellas y rastros que, muchas veces, permanecen ocultos.

El sujeto de esta historia es un espacio fabril, espacio donde el video fue filmado in situ. Cayetano Gerli S.A. fue una hilandería fundada en 1902 por un inmigrante italiano que lideró el mercado nacional de tapicería y cortinados durante casi nueve décadas. Hacia mediados de los años noventa, al abrirse la importación indiscriminada, la empresa perdió mercados y fue declarada en quiebra. Hoy, ese espacio que fue contenedor y continente de innumerables historias de vida, es pura quietud e inacción. Pero, si bien la fábrica no se encuentra actualmente en actividad, el video de Ares apunta a captar y transmitir “ese resto de energía que, desde el pasado, se extiende hacia el día de hoy. Un pasado que vive de forma invisible, inasible y se manifiesta de forma rotunda”[5].

Homenaje, re-significación, exorcismo, reparación son algunos de los conceptos que atraviesan Lo que es, un video no exento de un sutil comentario político que, sin estridencias, pone en evidencia el modo en que las políticas neoliberales de los años noventa impactaron en la cotidianeidad de miles de personas, desgarrando el tejido laboral y social.

Tres capítulos bajo el signo de lo Inánime que Ares identifica conceptualmente con el lenguaje, el ser y la historia respectivamente pero que, no obstante, concibe y abarca de manera integral.

Si —como escribía Pizarnik— “la rebelión consiste en mirar una rosa / hasta pulverizarse los ojos”[6], Inánime nos sugiere que nuestra capacidad de mirar el mundo significativamente se encuentra predeterminada por el lenguaje, por las creencias, por preconceptos. Será cuestión de mantenerlos alertas, despojándonos de nuestros habituales “modos de ver”, a fin de expandir los umbrales de nuestra percepción y, quizás así, volver a ver por primera vez…

Florencia Battiti
Buenos Aires, julio 2009.
INÁNIME
CCR Centro Cultural Recoleta, Bs As, Argentina
Catálogo de exposición

Bibliografía
[1] John Berger. Ways of seeing. London, Penguin Books, (1972), 1977.
2Bajo el título Animal inánime este video aparece por primera vez como uno de los nueve que conforman Ella, video-instalación presentada en el Primer Festival de Arte Digital en el Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires en 1998.
3 Elena Oliveras. La metáfora del arte. Retórica y filosofía de la imagen. Buenos Aires, Emecé (1ª ed.), 2007, pág. 211.
4 Citado en Oliveras, Elena, Op Cit. pág. 211. [1] Susana Barbará y Marta Ares. “Videografías de Cayetano Gerli”. Catálogo de la 5ta Bienal Internacional de Arte Textil (WTA), Buenos Aires, Palais de Glace, del 1 al 26 de abril, 2009, pág. 54. “Videografias de Cayetano Gerli” fue una videoinstalación narrada en cinco capítulos de cinco videos monocanal bajo un proyecto de 5Susana Barbará y Marta Ares. Incluyó videos y performances de Marta Ares, Susana Barbará, Viviana Berco, Daniela Muttis y Graciela Taquini y formó parte de la exposición “Desde lo textil: hacia nuevos territorios”, curada por Florencia Battiti y llevada a cabo en el Palacio Nacional de Exposiciones (Palais de Glace) en abril de 2009 en el marco de la IV Bienal Internacional de Arte Textil.
6 Fragmento del poema de Alejandra Pizarnik tomado de: Árbol de Diana. Buenos Aires, Ed. Botella de Mar (1962), 1998, p. 31.